En su blog (Riquezas inauditas inomináveis), Eddy Nelson publica el poema "Incêndio" de Al Berto:
Incendio
Si consiguieras entra en casa yalquien estuviera ardiendo en tu camay la sombra de una ciudad apareciera en la cera de la tarimay cayera del techo una lluvia brillantecontinua y menuda - no te asustes
son tus antepasados que por un momentose elevaron de la inercia de los siglos y vienena visitarte
diles que vives junto al mar dondezarpan navíos cargados con miedosdel fin del mundo - diles que se consumióla morada de una vida entera y pídelesque susurren una última canción pora los ojosy adormécete sin lágrimas - con ellos en el suelo.
Al BertoHorto de incêndio (1996)
Hace varios años mi amigo Luis González Platón me pasó su traducción inédita de Horto de incêndio, que me ha guiado para leer este "incêndio".
Unos meses después se publicó la selección de poemas de El Miedo, con traducción e introducción de otros dos amigos, Javier García Rodríguez y Cidália Alves dos Santos, en Pre-textos. Por ellos conocí a Al Berto y su O medo.
RECADO
ouve-meque o dia te seja limpo ea cada esquina de luz possas recolheralimento suficiente para a tua morte
vai até onde ninguém te possa falarou reconhecer - vai por esse campode crateras extintas - vai por essa portade água tão vasta quanto a noite
deixa a árvore das cassiopeias cobrir-tee as loucas aveias que o ácido enferrujouerguerem-se na vertigem do voo - deixaque o outono traga os pássaros e as abelhaspara pernoitarem na doçurade teu breve coração - ouve me
que o dia te seja limpoe para lá da pele constrói o arco de sala morada eterna - o mar por onde fugiráo etéreo visitante desta noite
não esqueças o navio carregado de lumesde desejos em poeira - não esqueças o ouroo marfim - os sessenta comprimidos letaisao pequeno-almoço.
RECADOescúchameque el día te sea limpioy en cada esquina de luz puedas recogeralimento suficiente para tu muerte
ve hasta donde nadie pueda hablarteo reconocerte ve por ese campode cráteres extinguidos ve por esa puertade agua tan vasta como la noche
deja que el árbol de las casiopeas te cubray que las avenas locas que el ácido oxidóse yergan el el vértigo del vuelo dejaque el otoño traiga los pájaros y las abejaspara que pasen la noche en la dulzurade tu breve corazón escúchame
que el día te sea limpioy más allá de la piel construye el arco de salla morada eterna -el mar por donde huiráel etéreo visitante de esta noche-
no olvides el navío cargado de fuegosde deseos en polvo no olvides el oroel marfil las sesenta pastillas letalesal desayuno
Al BertoEl miedo (Poemas escogidos, 1976-1997)Selección, traducción y prólogo de Cidália Alves dos Santos y Javier García Rodríguez(Pre-Textos 2007)
Tiende a lo encendido.
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