Justo en este momento, la pelusa de los chopos se esparce por todas partes, para gozo de los diletantes y maldición de los alérgicos.
Inunda y ahoga las plantitas, muy crecidas, exhuberantemente prolijas este año, precisamente este año. Nunca había visto las "malas hierbas" deliciosas, tan crecidas, tan pujantes y rampantes por doquier.
Faltan jardineros. Las administraciones a quienes corresponda han debido de prescindir del personal jardinero. Así, no se mantienen "adecuadamente" jardines, parterres y otras zonas verdes públicos. Así, las plantitas se enseñorean de cada hueco del suelo.
Alguna lumbrera con puestecito en una de estas múltiples administraciones públicas, dice que va a tomar la medida -les gusta mucho tomar medidas sin pensárselo mucho, el caso es tomar medidas y hacer como que se hace.. O sea, dar órdenes que cumplen los demás y pagamos todos- decía, que la lumbrera de turno va a tomar la medida de mandar talar todos los chopos para poner otras especies que no echen al aire de los ciudadanos alérgicos la tan molesta pelusa.
Brillante: por unos días al año que ocurre este fenómeno, se quieren talar magníficos ejemplares que han tardado años en crecer y aportan sombra y otros beneficios, como todos los árboles.
Y claro, nos plantarán en su lugar "otras especies", es decir débiles arbolicos, de esos que son un palito y una bola de ramitas arriba, que no dan sombra porque no pueden, y que tardarán años -si no les descuajeringan antes los macarras diplomados- en alcanzar una altura y porte decente.
Eso, vamos a tomar medidas
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