días de ordeno y mando, días sin diálogo, de roces, sin comprensión,
días inmersos en cascadas de órdenes, reglamentos contraórdenes y todo un aparataje de nuevos mandatos ominosos.
el compañero ordena al compañero secamente y se vuelve hacia quien le ordena aún más secamente y
sin explicaciones. Sobran las explicaciones y sobre que el operario comprenda los fines de sus acciones: obedece, es tu trabajo, no es tu cometido pensar. Ya otros piensan y deciden e imponen
el compañero ordena al compañero y se vuelve al compañero que le ordena, sin recordar que somos eso, compañeros, e incluso, si miramos un poco más -más pausadamente, más tiempo-, incluso sin caer en la cuenta que estamos todos en este mismo barco sin alegría ni rumbo. El truco de las prisas para que todo cuele.
Y el truco de la mala hostia, la voz chillona, el mirar por encima del hombro, el zaherir, el pretender mover voluntades ajenas, el truco del "estais dando mala imagen"
¿La incertidumbre es grisácea? ¿O era solo niebla acogedora?
los entornos donde vivíamos hace algunos años, con leyes comprensibles en cuanto a su finalidad como beneficiosas para la comunidad.. ¿dónde están? El trabajo que desplegábamos bienhumorados contentos por servirnos unos a otros
los entornos, el medio en el que estamos inmersos amenaza de hostilidad, amenaza hoscamente, va cortando el terreno cada vez más cerca de nuestros pies. No certezas de vivir en un entorno favorable a las personas.Y la amenaza, las amenazas la inhumanidad
¿sabes tú que hay una palabra que dice solidaridad? -me parece que no
ascos, mareos, vérticos y más asco al recordar el tiempo de los colores chillones, de la parefernalia de los créditos y las hipotecas con su lenguaje especializado incomprensible que todos hablaban
siempre cascadas de palabrería
para convencer
de aquello con lo que es imposible estar de acuerdo
la maldita publicidad omnipresente, con sus ridículas mentiras, su colorín dior,
y tanta pretenciosidad
eso, échale mucho márketing
yooo, si te cojo lo que tú haces, te lo coloco y te hago rica, tú déjame a hacer a mí que tengo mucha mano
la imagen, la externalidad, lo que ud quiere proyectar de sí, lo que usted quiere que sea admirado de sí. Y siempre fuera de uno mismo, en la banalidad de la mirada superficial y ajena: tener seguidores o admiradores, o tener dinero o posesiones, o vivienda hermosamente decorada.. tener no ser.
¡Véndase, hombre, pero véndase caro!
(la sabiduría de hipermercado)(si no te vendes caro es que no te aprecias a tí mismo)
La actividad "artística" y "cultural" -hoy arrumbadas, también, claro, vueltas inútiles cuando ni lo que debería producir lo más básico nos está dable, realizable. Bien, sí,claro, ya sabemos y lo sabíamos entonces que no eran sino adornitos para el poder, para el dinero, maneras de hacerse amables, prestigios comprados, oropeles.
Ya, bien, también "objetos de consumo", más adornitos para las viviendas tan bonitas, tan nuevas, tan recontradiseñadas, y todos tan felices..
Vamos, sí, señoras con muchas mechas rubias, tíos encaramados a coches grandes. Festín hiperbulímico
(de grietas y otras patologías. Fecha: la de hoy)
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