Cada vez más visiblemente se pueblan los árboles de hojas nuevas, brotan flores y todo empieza a volar o a caer suavemente.
Caen pétalos diminutos fácilmente desanclados de sus flores
Ruedan plumas y plumones hasta que tropiezan en el suelo y quedan allí temblando, indefensos
Caen cascarillas en grandes cantidades y llenan los alcorques confundidas con nuevos seres volátiles
Trato de interpretar estos pequeños seres confundidos en el suelo con restos de otras estaciones
así la hierba y su sombra que aún viven sobre el verdín de las lluvias anteriores
Porque las señales más visibles parecen ocultar todo el silencioso bullicio de los seres que las hacen posibles, hay una primavera en secreto, el verso de Ana Gorría que me nombra cada año este fragmento callado de la primavera, este fragmento que posibilita el verde en los árboles, las flores, las nuevas ramas, las semillas.
CELDA
Recogimiento,
voz
que alumbra las paredes:
primavera en secreto
Ana Gorría: Araña (El Gaviero, 2005)
Estos objetos de 25 milímetros son láminas semileñosas plegadas sobre sí mismas en vueltas que no consigo deshacer. Son ageradablemente pegajosas y tienen un holor a zumo vital. Producen marcas amarillas muy intensas. No sé qué son ni por qué están en el suelo bajo los árboles.
En el suelo se encuentran también con estas cáscaras, plumas, siempre tropezando con todo y a todo pegándose y los diminutos volátiles con rabo y pico de filamentos dorados:
Las cáscaras, pilosas por fuera y membranosas en su interior, guardan estos seres verdes, que caen a veces desde los árboles y revientan con fuerza en el suelo, produciendo manchas amarillo-verdosas muy bonitas -Ehh.... La ley de la gravedad.
(Ser verde al que protegen las cáscaras)
El ser verde, a las dos semanas de caer, ya un poco seco, se deshace así:
y deja finalmente este polvo algo arenoso, con mucha capacidad de pigmentación:
y acaba siendo sólo un rastro
Todos estos seres y sus manchas y rastros.
Luego, empiezan a aparecer estos otros seres
bolas llenas de filamentos por fuera
frutos por dentro, con tanto frescor
Aparecen también en extrañas formaciones geométricas, unidos por esos tubos pilosos
y ya vuelan las primeras semillas volátiles, aún verdes, tiernas y perfumadas, rezumando una sustancia algo pegajosa al tacto:
Y por eso todos estos seres, y otros que aparecerán y veré por primera vez, son primavera en secreto, primavera que se mezcla con restos de otros ciclos y hace que me percate de la circularidad del tiempo en los ciclos en los que estamos inmersos, y estando en ellos sin embargo nosotros tenemos a la vez el tiempo lineal en el que se hace y deshace nuestra vida.
Gracias a Ana Gorría y su Araña que me prestan por segundo año
las palabras de esta canción.
las palabras de esta canción.
pura ficción, Casilda, el tiempo lineal. Una nivelación castradora. Las culturas primitivas, pre-alfabéticas ignoraban la linealidad y dejaron rastros de ello en los petroglifos, siempre circulares, espiralados y concéntricos. La linelidad del tiempo es un invento de la tipografía alfabética; la imprenta convirtio en industrial la cultura alfabética. Mira a donde me llevaste con tu hermosa reflexión!
ResponderEliminarGracias a ti.
ResponderEliminarMuak
Tratado sobre la indagación de los signos eternos.
ResponderEliminarRuedan los pulmones...
ResponderEliminarun saludo,
david
Gracias a todos.
ResponderEliminarCurioso lo que dices, Orola.. pero el tiempo lineal ¿no es el que nos lleva a nuestro fin? - Bueno, también una espiral nos lleva dentro o fuera.
¿Que fin? ¡Sólo hai transformación! Lo del fin del mundo es una chorrada apocalíptica de mal gusto. El mundo no se acaba, solo cambia. De nosostros depende que sea para esto o para lo otro, que nos aliñemos con lo que verdaderamente queremos o nos dejemos arrastrar por el victimismo dominante. Si mi vida es un infierno, lo llevo claro, porque la cosa no acaba hasta que yo misma empiezo a transformarla en algo más apetitoso.
ResponderEliminarEn fin, hasta aquí la 2ª parte de mi tratadito sin fin.
Un saludo a tod@as!
Qué bonito amarillo, y está por nuestros suelos. Qué ojo.
ResponderEliminarGracias por practicar el estudio y la ciencia de la belleza minúscula.
ResponderEliminarEs solo botánica diletante
ResponderEliminarEs curioso que de lo minúsculo puedan salir formas tan diversas y distintas.
ResponderEliminarMuy sugerente, todo.
Sí, el mundo minúsculo es variadísimo en formas: el fotógrafo Karl Blossfeldt (1865-1932) lo mostró en impresionantes fotografias en blanco y negro, que a veces parecen dibujos de carboncillo.
ResponderEliminarHe mirado por San Google y efectivamente Karl Blossfeldt realizó unas fotos estupendas. Siempre buscaba esa forma de lo minúsculo dentro de la naturaleza.
ResponderEliminarGracias por la información.
...una hermosa colección de miradas.
ResponderEliminarTodo nos empujan, pero hay que parase y mirar.