Coraza-corsé en La Fontanería Crea -de exposición-

Coraza-corsé

2014

Prenda disponible para Artemisa

Cordel anudado, madera y ramas de chopo

Talla XS - LX*

59 x 77 cm. extendida

(Fotografía de La Fontanería Crea)

En la exposición Flores, mi señor (vestiditos), de La Fontanería Crea, he vuelto a exponer esta pieza, que mostré en 2016 en el Coco Café en la exp. Escriba demenciado,  acompañado de el poema "dolor pretaporter" que me prestó María Eloy-García.

Allí la obra aparecía abierta, extendida como un pajarraco en el escaparate del local. En La Fontanería he podido por fin exponerla como prenda de vestir sobre un maniquí de costura, que es como se percibe bien, tanto como prenda de vestir, pues lo es, como objeto tridimensional o escultura -o algo así-.

En esta ocasión, he dedicado y ofrecido esta prenda a la agreste y arisca Artemisa, empeñada en la virginidad, y no sé por qué -supongo que por cuentos masculinos añadidos en alguna época-, pero también cazadora -con sus peligrosas flechas- protectora a la vez de animales, bosques, mujeres, vaguadas; espacios mostrencos, supongo.

Y creo que con la dedicatoria o atribución se queda, aunque la divina no necesite una coraza para nada y menos aún un corsé.

En su aspecto práctico la prenda se abre y cierra por detrás como un corsé con una cuerda que va recorriendo las pestañas en la zona de la columna vertebral y que se cierra con una lazada o lacito.

De la zona del coxis surgen otras dos cuerdas que configuran un pequeño triángulo, que se unen a otra cuerdecita con nudos que, como la tirita de una tanga, llega hasta la parte púbica delantera, muy bien protegida.

Este triángulo también tiene su lacito -escondido- para poder desabrochar la prenda y ponérsela con comodidad (muy práctico).

*Respecto al tallaje, si bien la hice para talla XS con el cordón trasero cerrado totalmente, como todo corsé se puede dejar más abierto y cabe más talla y más cuerpo. Por lo que la talla va de la XS a lo que queda.

A esta Artemisa le ofrendo piñas, que cuelgan tras ella de la pared, de magnolio y de pino. 

La piña de arriba a la derecha estaba abierta hace un mes. Antes de exponerla, la lavé, como todos los cachivaches de esta exposición, y me llevé la sorpresa de que se había cerrado. Poco a poco se ha ido abriendo de nuevo.

La piña que cuelga debajo de ella, la encontré como está, deteriorada por la intemperie y el tiempo, y me pareció muy hermosa.

La génesis de esta obra, su proceso y  técnica, y el sentido que le di, al que añado ahora la divinidad boscosa de Artemisa, la explico en esta entrada: https://sociedaddediletantes.blogspot.com/2014/05/coraza-corse.html