Peter Schwenger: Asemic. The art of writing.
Univesity of Minnesota Press, 2019
The first critical study of writing without language
Con portada de Mirian Bijlenga, (una obra de su libro Written weed de 2004, un collage de plantitas sobre papel que conforma una escritura, como el resto de los collages con hierbas, semillas y pequeñas plantas que se recogen en fotografías en su libro), el estudio del profesor Peter Schwenger (Western University Canada, actualmente profesor emérito) titulado Asemic. The art of writing, aborda las escrituras asémicas como arte, su origen como tales (con tal intención de escritura asémica), y en una parte muy novedosa del ensayo, lo que llama escrituras ecoasémicas, es decir, las relacionadas con el mundo vegetal, bien sea porque utilizan elementos vegetales como caracteres o texto de la escritura, bien porque con el ejercicio de la misma se asemejan a la imagen de lo vegetal.
El libro se abre con una dedicatoria, "To the artists", que muestra el cariño con el que Peter Schwenger ha realizado su trabajo. Cariño y agradecimiento que le devuelvo, aunque tardíamente.
Como advierte el profesor Schwenger, la escritura asémica existía desde mucho tiempo antes de que fuera (así) nombrada, casi como el mundo tan reciente de García Márquez y ya de todos, donde las cosas aún no tenían nombre y había que señalarlas con el dedo. Tim Gaze, Jim Leftwich, Roland Barthes, Derrida fueron fijando el término y señalando su ser puro significante.
Por las páginas de Asemic. The art of writing, van apareciendo las obras delicadas obras sobre papel encerradas en cristales de Mira Schendler y las rápidas escrituras de Cy Twombly de los años 60, los "Diarios" y "Cartas" de los 70 de Mirta Dermisache. Y como antecedentes consciente de este uso no significativo de la escritura (al menos, según considero yo, no significativo en el sentido exactamente especular en la que ahora la utilizo) la obra, mescalínica o no de Herny Michaux desde años 20, y alguna obra de Man Ray.
Los tres antecesores de esto -para mí entrecruzamiento de dibujo y escritura- que Schwenger señala son precisamente, Michaux, Barthes con sus "contraesctituras" y Twombly, que estudia en un capítulo de antecesors.
Entrando ya en materia sobre lo escritura ecoasémica, comienza el capítulo titulado Traces, acerca de los aspectos que en la naturaleza nos parecen escrituras, y cómo los han recogido algunos artistas: lo ilustra con un collage (2012) de Nancy Bell Scott de una corteza de árbol que parece una escritura (escritura vegetal en mis denominaciones), un dibujo mio (Nº4) de Una conversación con Ana Hatherly, en la que la psuedoescritura parece una corteza vegetal, la "Beach Language" de Rosaire Appel -que recoge en fotografías las residuso, palos y demás objetos que las mareas arrastran en las playas configurando algo semejante a mensajes (y las objeciones de otros críticos a considerar estas obras como escritura asémica), "Trace", de Angela Rawllings, el rastro dejado en la arena por un animalillo (me parece un gusano)..
Los ejemplos que vienen a continuación como obras de escritura ecoasémica, pertenecen a varios artistas que me encanta:
Cui Fei, sus "Manuscript of Nature V", construido con raíces prendidas en grandes paneles que semejan la escritura japonesa, y "Read by Touch", otra gran instalación de espinas vegetales sobre varias láminas papel de arroz.
Marian Bijlenga con la obra de la portada del libro, el collage de Written wed
Pepe Gimeno, con sus Grafías calladas de 2002-2003, deliciosos collages de restos vegetales y marinos, cristal, ladrillos sobre papel, de 103 x 100 cm., recogidos luego en fascinantes libros (tiene varios). Pepe Gimeno es Premio Nacional de Diseño 2020.
Y unos signos vegetales de mi Alfabeto vegetal, de 2012, con los que muy alegremente participo en este ensayo del prof. Schwenger en tan buenísima compañía y con mucho agradecimiento al profesor.
El ensayo del Prof. Schwenger continúa con las conexión china, pero ya no pude seguir leyendo. Aunque constato cómo nos da a todos los que practicamos la escritura asémica o eso, por escribir en chino -o en japonés chapurrado, que de todo hay- que asémica es para nostors, con el atractivo que tiene su no entenderla en absoluto, su ritual -para los que les guste- y cómo se tienen que reir los chinos de ver nuestros esfuerzos por destrozar sus grafías.
No pude seguir leyendo, no: el libro, que recibí amablemente del profesor Schwenger con una delicada dedicatoria en febrero de 2020, me pilló preparando una exposición en la que quedó confinado por la pandemia hasta no hace mucho, que lo recuperé.
Dedico este texto con mucho cariño a Peter Schwenger en su casa del bosque, Professor and reseacher, who can I say that Ana Hatherly wrote: “The artist, the poet, the writer, those who ask: all are simulacra hunters, tireless calculators of improbabilities.; with my most affectionate best wishes, from
Casilda
Extraordinari caligrafía. Expresiva para componer cuartetas a las sombras errantes.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Gracias por tu comentario, Francesc: al ir completando el post, casi te he contestado que es un collage de Mirian Bijlenga con plantas, componiendo una escritura -escritura vegetal, ecoasemic writing..- reproducido fotográficamente en su libro Written Weed de 2004, que es la portada del ensayo del profesor canadiense Peter Schwenger del que trata este post, Asemic. The art of writing. Hermosa y muy bien elegida portada. Un abrazo
EliminarQué delicadeza. Qué maravilla, Casilda.
ResponderEliminarSí, Pedro: la obra de Bijlenga, la de Cui Fei, la de Pepe Gimeno (tanto el pasar las páginas del libro Hushed Writing, sus escrituras calladas, del que hay un enlace a un vídeo, como al ver las obras, de mayor tamaño, expuestas, y otras de las mencionadas, son delicadas y bellas, y con el aspecto añadido de la escritura asémica o ecoasémica como señala el profesor Schwenger. Un estudio muy interesantes este Asemic. The art of writing sobre todo al introducir y estudiar como escrituras este tipo de obras y darles nombre. Un abrazo
ResponderEliminar