Imágenes artísticas del catolicismo contrarreformista, que no sé por qué razón me hacen mucha grasia.
La calaverita de arriba con tibias y todo lo que tiene que tener la imagen, realizada en marmol, está rodeada de todo un florilegio de verduras, conchas y elementos arquitectónicos, que le dan un aspecto no sé si decir -además de barroco- vegetariano de luxe. Está a los pies de un monumental monumento en blancos y negros divino de la muerte.
La de abajo, mucho más pequeña, está a los pies de un magnífico crucifijo de marfil, de cuyo cristo le escurren los hilillos de sangre que muestra, por si la imagen ya no bastara por sí misma. Yo diría que no es barroca, pero tampoco leí la fecha.
Ambas son hermosas y divertidas, tan simpáticas siempre sonriendo. Y de gran calidad técnica.
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