Andan los diletantes haciéndome una obra con broza.
La recogimos hace dos otoños. Bajo las hojas caídas encontramos asombrados la broza, deshecho vegetal, deshilado y roto.
Es un material quebradizo pero persistente, que se mantiene precariamente unido por los restos de nervios de las hojas, y por los muchos salientes que se enganchan unos a otros.
Algunas ligeras transformaciones, como deshilachar más algunos trozos, tintarlos... y dejarla reposar mas de un año sobre una bandeja de loza.
Ah, si estás ahí
Cobijo de arácnidos y microorganismos, sería interesante poder ver este submundo que se esconde entre pelusillas y broza.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó