Llevo un tiempo haciendo esta obra con cordelillo teñido (de tinta) y anudado, siguiendo los patrones de los quipus andinos que me fascinan desde hace años. Hacer esta obra era un viejo deseo, al que voy dando forma y sentido.
En él confluyen más imágenes -y deseos- además de los quipus.
Estas son fotografías del montaje temporal que voy haciendo con ellos: así, parece una cortinilla.
Y en esta foto, aparece ya la cuerda superior que sustentará todas las cuerdas que caen.
Aquí los cordelillos anudados en un detalle: y también estoy yo en la foto, pues mi sombra cae sobre la imagen que fotografiaba.
Pero tras revolverlos para fotografiarlos, ¡zas!, me encontré esta otra manera de ser y estar de esta obra: otra posiblidad, que me ha gustado mucho:
Y me pareció un final feliz
de la sesión fotográfica y de mi trabajo
porque me abre nuevas puertas en este quehacer nudoso
de enredar y desenredar,
ordenar e intrincar
y mi deseo pivota allí. entre una acción y otra, y allí se queda mirando y riéndose.
Una red para atrapar pensamientos.
ResponderEliminarMi hermano me comentó esto en facebook:
ResponderEliminar"parecen telas de araña, o arañas mismas, el caso es que parece oscuro y muy enredoso como a veces es la vida"
Oscuro y enredoso como a veces es la vida.
Sería más bien una red donde quedó atrapada la vida que se fue haciendo.
Gracias a los dos