No puedo evitar amar este tallo tan quebradizo y tan hermosamente ramificado, con su sistema para colgar las flores del castaño de indias.
Las dos hileras de flores las recogí hace ya más de un mes, entre concentración y manifestación del 15M.
Las dejé secar, morirse a su manera, bajo el desorden de sus pétalos. Pero siempre resguardadas y ante mi mirada.
Me parece que me enseñan algo, aunque no sé muy bien qué es.
Son las mismas que recogí el año pasado también en mayo, en esa circularidad vertiginosa del tiempo en los seres naturales.
Sin embargo del mayo de 2010, al mayo de 2011 hay tantas diferencias.... |
que me llevan a reafirmar que esto también es la realidad, e incluso pienso que para la intoxicación a la que se nos somete cada día, volver a mirar, al igual que volver a pensar, sin abandonar lo que ya se alcanzó a pensar y a desear, puede ser el mejor tratamiento.
(Metamos las manos en calmos ríos para aprender la calma -dijo Ricardo Reis en verso)
mirar, volver a mirar.
ResponderEliminartocar, volver a tocar.
Estructuras de vida, como dices tú, e intoxicación y su tratamiento, digo
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