Eso que se ve aquí es esta obra, "Vilanos bailando en un hilo"
(ésta)
ésta, la misma obra, ya enmarcada en vitrina, colgando en la exp. "De cómo cazar un diente de león".
Y lo que se ve arriba y aquí es el resultado de un pequeño incidente o accidente en el trasporte de la obrra una vez acabada la exposición:
Pues en vez de llevarla boca arriba o hacia arriba, el porte sin querer la dió la vuelta. Y como el hilo con los vilanos pegados pende de un alfiler -arriba!- sin sujeción en su cabo inferior.....
En fin, cuando la saqué para verla y ordenar el lío de obras recién llegadas a casa, casi me da un pasmoooooooo.
El hilo con los vilanos estaba todo todido apelotonado arriba a la izquierda, y solo después de que se me pasara el disgusto y empezara a reirme de la pintilla que tenía, y pude apreciar la gracia del asunto, tanto por su aspecto humorístico, como por el encanto que tenía el nuevo trazado y postura del hilo.
Y así pude comenzar a mover y sacudir suavemente toda la obra para ver si el simpático hilo con vilanos recuperaba su posición original.
Por ahora lo he dejado en esta posición, donde destaca el vilano de arriba a la izquierda, que se ha agarrado fuertemente al papel sobre el que reposa el hilo con los papus, gracias a sus poderosos filamentos o penacho.
En todo este proceso ningún vilano se ha roto, doblado o desprendido del hilo. Están todos perfectamente y en su sitio.
Y todo esto me lleva a confirmar otra vez la persistencia y resistencia de estos seres tan pequeños y de aspecto tan frágil.
Todo lo cual añadiré a la teoría del vilano, y en una addenda sobre las patologías de su uso y disfrute.
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