cartela:
Ofrenda
En el Museo Egipcio de
Turín descubrí una cadena de flores de una tumba faraónica. Aunque habían
adquirido una coloración marrón, la forma de esas flores se podía distinguir
perfectamente.
(Contestación de la artista Christiane
Löhr a una pregunta acerca del comportamiento -perdurabilidad- de los
materiales vegetales que utiliza en sus pequeñas esculturas vegetales)
www.christianeloehr.de
Flores secas -se murió la orquídea decorativa que le habían regalado, demasiado delicada y necesitada de cuidados- guardadas una temporadita, luego unidas con hilo.
Habitualmente reposan en un estuche desportillado de alguna joya que le fue regalada hace mucho a alguien que fue.
En la exposición cuelgan de un alfiler que atraviesa la lámina de plástico blanquecina y semitransparente -de encuadernar- ligeramente moldeada (obligada a adoptar esa forma) y une todo a la pared.
Damos fe de la perdurabilidad de estas flores secas: durante la exposición las han tocado y cambiado de posición, descolgado de la pared, incluso tirado al suelo sin querer, al no percatarse que estaban allí (a la paaaartner, que lo presenció, casi le da un yuyu)
casilda, me encanta tu "palacio" encantado...son poemas épicos en dulces charlas.
ResponderEliminarsaludos
Me gusta muchísimo, Casilda.
ResponderEliminarUn beso grande.
Gracias a los dos. Seguiré retransmitiendo la exposición diletante por este medio (Ohhh! aún quedan muchas obras, madre mía qué trabajo)
ResponderEliminar