Escaparate derecho
Escaparate izquierdo
Esta pequeña tienda consta de dos escaparates con la puerta en el centro.
Me parece de un minimalismo elegantísimo, con sus vitrinas-expositores-refrigeradores, sus ganchos, rejillas y ventiladores metálicos, su luz, papeles blanquísimos que se derraman, paralelismos, repeticiones. Y sobre todo me fascina, por la gracia con que cuelgan de su cuerdilla los productos expuestos: botillos, andorgas, jamones, chorizos, morcillas, untos.
Ay, la ley de la gravedad, que maravillosa es
Y el olor a pimentón tan estupendo, anunciándose antes de entrar, reclamo de estas piezas duras y blandas a la vez, tan adaptables a la mano que las sostiene y a la que sobrepasa, con un peso humano y sugerente.
Ah! ¡los botillos! ¡Ay, el pimentón oloroso!
y todo tan bien expuesto...
Es una pena que esta tienda que tanto me gustaba y a la que con tanta ilusión acudía
haya ya cerrado.
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