el viento trae estos días plumillas, plumas, plumones
pequeños puntos blancos en el cielo
revolotean en el aire y caen suavemente
entran en las viviendas, oficinas, tiendas
despeinadas, perfectas
silenciosas
empiezan a caer hojas verdes, amarillas, marrones
vienen con manchas ocres, pardas
deformándose
con superficios ondulantes
tomadas por las manchas
que ascienden entre sus nervios
que las llagan
dibujan paisajes de puntos
ascienden
cuero
hilos de moho
hacia la oscuridad
casi ya tomada
ennegrecida
fibra y roturas
encaje desgarrado
cerrándose sobre sí
nervios y retales
En el suelo se encuentran con lo que queda de las semillas
esos seres que llevan otros seres dentro
bolitas, cosas
se ha abierto
mostrando sus hilos interiores
filamentos, plumón
lo que la bola escondía
tallo con muchos tallos dentro
palito
ramillos que perdieron sus frutos
flores secas
pétalos
pétalos que cayeron antes
tanta transparencia
revolotearon nubes de vilanos
cayeron, se enredaron con otros seres
en ese tiempo los árboles comenzaron a descortezarse
en su carne abrían paso las resinas
mientras o antes, cayeron algunos frutos
cerezas picoteadas
bayas
seres que dejaron improntas
habían caído ya flores, las flores tempranas
delicadas y efímeras
y revoloteaban las semillas volátiles
y estas hojillas plegadas que
al abrirse
dejaban escapar flores
y ahora no recuerdo lo que hubo antes
quizá las sutiles telarañas
quizá las hojas y el barro
quizá la tierra negra humedecida
Post publicado en diciembre de 2009
celebrando los ciclos en los que estamos inmersos
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