y yendo caminando el lunes pasado, poco antes de las 8 vi pequeñas hojas verdes muy tiernas en las ramas del sauce de todos los días. Y también puntitos en las ramas. Esos puntitos que en breve serán más hojas. Y así, cuando venga el viento, agitará la melena verde del sauce.
Luego vi los puntitos en las finísimas ramas de los olmos siberianos, y pensé que serían brotes.
Más tarde vi entre la niebla la proliferación de brotes en las ramas retorcidas de los chopos: cada día más y más brotes allí arriba en las ramas.
Y vi también, en un cielo muy límpido, nuevos brotes en los platanus, conviviendo con las infrutescencias globulosas que aún quedan del pasado año, esas que el viento arranca y hace estallar contra el suelo, desprendiendo todos sus aquenios con sus hermosos penachos dorados y amarillos.
Y luego he seguido viendo más y más puntitos, brotes y alegrías en las ramas de otros árboles. Y ya sé que en breve todos estos seres ocultarán los nidos que aún son visibles en las ramas desnudas.Y sé que esto es imparable, aunque hiele, el viento quiera tumbar árboles, caminemos entre la niebla o el agua que nos caiga sea granizo o nieve.Porque como todos los años comienza la primavera, en secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dígame