Líquen flotando en agua, previo a su desecación. El objeto del baño es limpiarlo y sobre todo, que vuelva a adquirir libremente su forma. Recogido del suelo en zona de robles, castaños y abedules, es evernia prunastri, como informa esta página tan completa sobre líquenes.
Sus múltiples bifurcaciones superpuestas casi sin fin, en esa confusión de enmarañamientos, finalmente resueltas en las delicadas terminaciones, me son muy gratas o afines.
Me gustaría conservarlas en esta forma circular que adquirieron en el recipiente donde las sumergí en agua, con vistas a intentar hacer con ellas un collar.
Fracasaré, pero lo intentaré o solo lo soñaré, y ese deseo quedará tiempo pendiente aguijoneándome con otros muchos deseos de hacer, infiltrándose entre ellos, bifurcándose, enmarañándose con tantos otros en la confusión de enmarañamientos de deseos de hacer en los que voy pensando y dando vueltas cuando me miras y me ves distraída.
Esta forma de la evernia prunastri es precisamente la que daría a las lechuguillas que deseo hacer, aquellas con las que adornaban sus cuellos y puños los caballeros españoles del XVI. Serían entonces caballeros con rostros y manos emergiendo de espumas de líquenes, entre hongo y alga unidos, un poco verdosos sus aceitunados rostros, todo pluma y espuma.
El Greco. El Caballero de la mano en el pecho.
c. 1580
Belleza en la naturaleza. En lo líquenes, la escarola, el cabello afro, la ola rizada... Intento o sueño. Perseguir ya es un éxito.
ResponderEliminarEs curioso, Xavier, los intentos o los sueños, como las cosas bellas son, sin más. Creo que no pueden calificarse como éxitos. Quizá de placeres o cosas ilusionantes mientras están o persisten. El fracaso o el éxito sería el resultado de la acción de intentar hacer o conseguir algo, y eso es otra parte, que en uno u otro caso puede dejar el sueño un poco tocado o no, y en el caso del éxito no completo o falso éxito, trastocarlo.
ResponderEliminarEspero que haya una gradación entre éxito y fracaso, un punto entre ambas para la que aún no hay nombre: ¿lo buscamos, Xavier? - Un abrazo
Un magnífico caos enmarañado, puedo imaginar que entre esta maraña se encuentra el rizoma del arte.
ResponderEliminarPrecioso
Abrazos
Francesc Cornadó
Sí, Francesc, es una preciosa maraña la de los líquenes flotando.
ResponderEliminarUn abrazo
Comprendo dónde quieres llevarlos con la limpieza, pero a mí me gustan agarrados a los robles, en medio de la sierra, dando misterio a los bosques.
ResponderEliminarSí, Pedro, estoy de acuerdo contigo. Estos estaban caídos, no hubo que arrancarlos,tal era la abundancia en Los Oscos. Ultimamente limpio lo que recojo: da muchas alegrías también: ver flotar algas o estos líquenes, y la sorpresa de las piñas y otros frutos de madera con aberturas, que aparecen cerrados tras el baño y luego vuelven a abrirse. Un abrazo
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