SOCIEDAD DE DILETANTES (, S.L.) & PAAARTNERS

(atadijos sin fraude) -equilibrios inefables-

martes, 14 de julio de 2009

Nunca he guardado rebaños

Nunca he guardado rebaños y es como si los guardase... per allem La Curva vienen con ruido de cencerros mis rebaños de obras. Van y vienen contentas porque no saben que están contentas, pero tampoco les serviría de nada si lo supieran.

Y con esta apropiación de las palabras del maestro Caeiro, mezclando obras, ovejas y pensamientos, lo que quiero expresar es mi disfrute al ver cómo existen estos seres, callados aunque balen y cencerreen.

Los seres rebaños provienen del deseo de tres imágenes: hojas deshaciéndose en sus nervios, mantilla, plumas... espumas












Y ahora pongo aquí un trocillo del poema del Sr. Caeiro:


Nunca he guardado rebaños

y es como si los guardase.

Mi alma es como un pastor,

conoce al viento y al sol

y va de la mano de las estaciones

continuando y viendo.

Toda la paz de la naturaleza sin gente

viene a sentarse a mi lado.

Pero yo me pongo tan triste como una puesta de sol

lo es para nuestra imaginación,

cuando refresca, en el fondo de la llanura

y se siente que la noche ha entrado

como una mariposa por la ventana.



Pero mi tristeza es sosiego

porque es natural y justa

y es lo que debe haber en el alma

cuando piensa que existe

y las manos cogen flores sin que ella se dé cuenta.



Con un ruido de cencerros

más allá de la curva del camino,

mis pensamientos están contentos.

Sólo me apena saber que están contentos

porque, si no lo supiese,

en vez de esta contentos y tristes

estarían alegres y contentos.



Pensar es incómodo como andar bajo la lluevia

cuando el viento arrecia y parece que llueva más

(…)


Alberto Caeiro

Traducción de Ángel Crespo


Siempre me han hecho mucha gracia los poemas del maestro Caeiro

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