Al escribir para mí, en cuadernos privados, intentado explicarme dónde estoy,
qué me pasa y qué pasa a mi alrededor,
a veces el pensamiento naciente no se vierte en escritura sino en dibujo.
Puedo mostrar el dibujo, pero no la intimidad del texto.
Dicen lo mismo, creo, pero no a los demás
tras la maraña de signos se oculta el significado explícito en el texto
el dolor siempe está debajo, escribí tras hacer el dibujo.
El dibujo transcribe este pensamiento antes de serlo,
y al ir haciéndolo va encontrando las palabras para decirlo.
Y sin embargo, está siempre debajo
Debajo esta la vida.
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