Y por correo postal recibo una nota de mi amiga M. que dice:
Esos seres tan frágiles...
vapuleados por el tiempo y sus avataresa punto ya de la extinción-o quizá de su definitivo viaje hacia la luz-exhalan un último aliento,esa materia corrupta horadada de transparenciarecuerdan -nos gritan-que todo lo viviente, sin excepción ninguna,se halla conformado por idénticos hilosde tornasolada y definitiva nada.
Con su nota, manuscrita sobre un delicado papel hecho a mano, casi transparente, resguardado por otro papel doblado, con impresión de ramas, viene en un sobre pequeño esta hoja de gingko.
El título de esta entrada también es suyo.
y esa terca fragilidad, como dice Gemma
Enhorabuena por la exposición.
ResponderEliminarEl correo trajo esta nota feliz a la sombra de uno de los seres más imperturbables al paso del tiempo.
Gracias, Anónimo.
ResponderEliminarSí, es curioso ese árbol tan indestructible, hoy adorno de jardines en todo el mundo.
Que bonito!
ResponderEliminarla foto y el texto.
Cuando me levanto por la mañana y veo estas cosas tan bonitas que pones en el blog, creo que mi dia será diferente, mas agradable. Uno siempre se puede refugiar en lo bello para sobrevivir la fealdad que a veces nos rodea.
laincultadetuhermana
Pues sí: de casa al trabajo y del trabajo a casa miro las plantas y los árboles y lo que hay en el suelo, y tengo muchas por el camino. También por mi barrio hay rincones de hermosua, que es lo que miro. Es tan fea la ciudad, tan horrible.
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