Primera página de Una conversación con Ana Hatherly, que permite ver hasta la tercera imagen -y página-.
Así, tan abruptamente comienza el libro, sin título ni páginas de cortesía. El título va al final, y en las guardas (creo que se llaman así).
y así, abruptamente, me despido y no sigo hablando de este libro.
Saludos
Pues no resulta nada abrupto el diálogo que planteas con Ana Hatherly. Es un atrevido y acertado nexo de comunicación el que estableces con la autora. Una manifestación viva frente a cada uno de sus poemas visuales, un discurrir y fluir limpio,libre, que imprime forma, movimiento y ritmo a todas y cada una de las composiciones que nos muestras en inquietante complicidad con los textos de Ana.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, Mak
ResponderEliminary gracias a todos los que me habéis hecho comentarios recientemente, comentarios que no he podido contestar por motivos técnicos.