Esta mañana estaba cerrada, estoy segura.
Reposaba con otras que recogí ayer sobre la mesa de dibujo.
Cuando he ido a verla hace una hora me he puesto contentísima: se había abierto la cápsula verde y mostraba todos sus vilanos suaves y perfectos.
Al manipularla para ponerla en agua y dibujarla ha empezado a soltar vilanos por todas partes, en nubes que conservaban la forma acupulada.
En la pared exterior del frasco con agua por donde escuerrieron unas gotas por unas gotas, se han quedado pegados en otro de mis torpes movimientos por salvar aquello.
Los vilanos son muy pequeños y suaves, con largos filamentos ondulantes, y una gran semilla de 2,5 milímetros de alto.
Han ido cayendo sobre el papel donde dibujaba este ser de vilanos.. se han quedado en pie, erguidos sobre la semilla, como bailarinas sobre mi esbozo.
He preferido dejar el dibujo, con su modelo ya deshecho, y disfrutar de sus diminutos vuelos.
(luego estornudaré)
Esos vilanos me atrapan, ¿o es el cielo o el mar azul?
ResponderEliminarOuch! El azul es la lámina donde estaba dibujando.
ResponderEliminarA mí me atrapan los vilanos, que suelen tener pelitos pequeñísimos en los filamentos, para quedarse prendidos cuando no vuelan.
Es un hermoso sistema de transportar las semillas: donde el aire las lleve.
Otro bonito sistema es cuando las aves las comen en un continente y en su peregrinar las defecan en otro, quedando la semilla en una nueva tierra.
Los vilanos en sí son preciosos, y hay bastante variedad de tamaños y formas.