mientras los diletantes andaban contemplando
las plantitas que surgen en las grietas de los adoquines
unos metros atrás me quedé mirando a una mujer
que sacaba cosas de un contenedor de basura,
porque me había acordado de algo que quería transmitirle:
que dos calles más allá -le dije- alguien o álguienes
dejan bien visibles cerca de los contenedores de basura
todo tipo de objetos útiles y necesarios:
alimentos y ropa en buen estado, calzado, juguetes, muebles, libros y revistas ..
que quizá le sirvieran a ella.
y mientras le explicaba dónde estaba la calle
se acercó al contenedor una familia entera
que también se puso a recoger lo que allí había.
Les dejé en esa labor y seguí mi camino para alcanzar a los diletantes
que andaban arrodillados sobre el suelo contemplando las plantitas.
Y mientras, observé que eran mirados desde la acera de enfrente
por una pareja de buenas gentes en su paseo vespertino.
Una mirada entre escandalizada y despectiva que me llamó la atención
¿Habrán mirado a las personas que estaba buscando sus necesidades en el
contenedor de basura?
¿las habrán mirado así?
¿o sencillamente ni siquiera las han mirado,
ni visto,
ni percibido,
a esas personas?
Creo que no las habían ni mirado, porque desde hace tiempo estas imágenes forman parte del
decorado urbano.
Y llama más la atención un discreto diletante arrodillado en el suelo
que un grupo de personas rebuscando en las basuras que otros hemos dejado.
Creo que les preocupa más el diletante, que aunque es de los suyos hace cosas raras. Observar es una rareza en estos días.
ResponderEliminarPD. Me gusta encontrar hierbas que el personal llama salvajes. ¿Es que las hierbas tendrían que pedir permiso a la bienpensante societas? Estaría bueno. Por mi blog aparecen en diversas ocasiones.
Qué hermosa la imagen de los diletantes, Casilda. No se porqué, me han venido a la mente los cronopios (0, bueno, sí, sí sé porqué...)
ResponderEliminarY las plantas en las grietas, adoradas...
Quiero ver las hierbitas de tu bog, llamadas malas hieba, que, como ves, hay más personas interesadas en su terca fragilidad, no solo Alicia, también aunqueseaceniza.blogspot.com, que acuñó la "terca fragilidad".
ResponderEliminarYa no me acuerdo de los cronopios, Alicia, pero creo que sé a qué te refieres.
Lo peor es la indiferencia con que se acoge esta imagen ya habitual: no se ve.
Grieteras impenitentes, nos podíamos nombrar... Sí, he visto en el blog de Gemma plantas que surgen de las grietas. La última que publicó, por cierto, de un lujo... Cuando dije "no sé porqué" y luego "pero sí sé" recordaba algo este cuento. Ahora, que te lo busco para copiarlo, me doy cuenta de que ha surgido una de esas "casualidades cortazarianas" a la que soy aficionada. Se titula "Flor y cronopio" y dice:
ResponderEliminarUn cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar,/
pero piensa que es una crueldad inutil/
y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopa para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: "Es como una flor".
... perdón, se me fue la tilde: inútil, claro.
ResponderEliminarQué bonito el cronopio.
ResponderEliminar(A ver si se me van a quedar dormidos los diletantes bajo cada hierbita.)
Pues si te refieres a las mías, poco te puedo ayudar. He colgado un sistema de etiquetas tan particular que no ayuda nada, ja. Así que lo mejor es pasar y que haya suerte. Pero al menos en dos ocasiones salen. Ah, mira recuerdo una lujosa...
ResponderEliminarhttp://pillalaciudad.blogspot.com/2010/05/los-jardines-salvajes-y-espontaneos.html
Es un paraje abandonado junto a la estación de Ariza. Como todo esto es efímero, conviene verlo con buen tiempo. Yo las hice un homenaje.
Tienes otras que me gustan más, adueñándose de un edificio abandonado, en el Barrio de la Esperanza, creo
ResponderEliminardolor de corazón...
ResponderEliminarver a la gente rebuscando en las basuras buscando algo... a veces para comer.
Y no estan en el vertedero de una megaurbe al otro lado del planeta, estan aqui, en el contenedor de abajo, haciendose, cada vez mas hueco, entre BMWs y louivuitonnes, entre el mal gusto y la horterada.
dolor de conciencia.... de tirar lo que otros no van a poder comer.
Nosotros que fuimos tan nuevos ricos... con nuestros ladrillos e hipotecones...y mira en lo que nos hemos convertido... en otro de esos paises donde la gente rebusca en la basura...y en donde hay mas programas en la tele hablando del lujo, de otros... sus lujos, que no son otra cosa que sus miserias envueltas en celofan con un lazo enorme... y a esos si que miran, y admiran, las gentes de bien.
laincultadetuhermana
Gracias, Incultade, es justamente eso lo que quería decir. Cuando vi allá por noviembre de 2008 un joven, bien vestido, elegante, buscando en el contenedor frente al hiper, sacando una bandeja de pechugas de pollo... ¿y qué hago?
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