En esta pequeña obra sobre papel de 2007, con todas esas marcas, puntitos, cuajarones, no hay ni un trazo: son los restos, lo que quedó -al evaporarse en parte y al absorberse por otra- del agua que inundó la hoja, sobre la que había sembrado y sembré cenizas. Los restos que el agua fijó al papel.
Pienso en una inundación y lo que queda al retirarse las aguas (y me doy cuenta de que es su resonancia bíblica lo que me ha llevado a esta expresión).
pienso en papeles viejos, o antiguos -da lo mismo en esta situación- marcados, manchados, rotos, con todas las mareas del tiempo, sin importancia.
traseras de viejos cuadros sin la más mínima importancia
todas esas cosas que se llevará el agua
y sin embargo, persistimos en nuestro hacer, seguir haciendo, aunque sea ceniza
La primera vez que he visto la foto del agua, he creído que era una de tus criaturas.
ResponderEliminarLo único importante son los posos una vez se retira la inundación en nuestra alma.
ResponderEliminar