Plantas diminutas que crecen entre los adoquines, en las grietas, como dice Gemma. Estas medían como cuatro o cinco cm. de largo y uno de alto, aproximadamente, y estaban en la rendija de una tapa metálica de alcantarillado o similar, en el suelo, en la calle.
Son todos estos seres alucinantes, ajenos al discurrir bronco de los humanos y sus actividades, ajenas al capitalismo, esa locura indecente, creciendo libremente ahora que no hay dinero para mantener las calles y alcorques libres de estas consideradas "malas hierbas".
Son todos estos seres, en sus mínimos paisajes, los que me reconfortan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dígame