texto vegetalmateriales: 3 lápices Hb, 4 ó 5 lápices de color, 3 ó 4 sacapuntas / papel vegetal A-4y muuuucho tiempo (¿un mes?)
(Esta obra la he ido publicando por trozos en este blog)
Consta de tres columnas de texto separadas o unidas - el texto es laberinto - y una cenefa (fenefa) también textual, cerrando todo.
En algunos puntos, en especial en la parte inferior cenefa o fenefa se inserta y confunde con el texto. Esto tiene una erudita explicación muy placentera.
Veamos.
El texto ordenadito en columnas está muy bien y tal, y procede de imágenes como esta:
Ordenado, ¿no?. Pero hay que notar cómo las grafías a veces se salen de su marco. Además de juguetear por encima o debajo de la línea del texto. Por lo tanto, dentro del orden hay una tendencia a saltarse la línea y el marco.
En el Museo del Instituto Bíblico y Oriental de León -maravilloso museo- vieron los diletantes un manuscrito árabe con el texto ordenado en tres columnas y una cenefa de texto alrededor.Dentro de las columnas, la fluidez de las líneas de texto se rompía muy ordenadamente por unos grupos de casillas cuadradas que a su vez contenían más textos: en ellos la escritura perdía la horizonalidad y se encabritaba en diagonales. Otro puntillo de desorden y libertades inusitadas.
En este texto vegetal -escrito con alfabeto vegetal- también dentro de las columnas hay casillas cuadradas en las que el texto se pone aún más saltarín y dicharachero.
En cuanto a la cenefa, en mi texto vegetal tiende, especialmente en la parte inferior, a interferir en el texto ordenadito en columnas, a confundirse con él y a confundirlo todo en una bacanal de letras enloquecidas. Cosa que me hace mucha gracia y ya he hecho en otras obras.
Esta locura de textos procede de imágenes como estas:
Se trata de dos textos en árabe, con traducciones y comentarios en escritura arábiga pero en otro idioma, en turco, según me contó la especialista, profesora de árabe en la universidad pública. Estas codas o antaciones son las que rompen el texto original o primario, lo fagocitan alegremente.
Y de eso se trataba en este texto vegetal. Además de escribir en la lengua de plantas y pajarillos.
Aquí lo dejo en su "tamaño original", para posibilitar la zambullida en el texto. A ver si cuando vuelva a abrir esta pantalla me encuentro a alguien viviendo entre los trazos.
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