Sí, maravillosa y con la mirada aguileña, llena de energía e inteligencia en el cuerpo muy anciano -79 años- de Paulo III, dirigida al nieto Octavio que hace su pequeña genuflexión respetuosa bastante untosa, aduladora, me parece. Y la perdida mirada del otro nieto, Alejandro, en pie tras el papa
Exacto, ha sido un error mío. Son sus nietos, como bien dices. Alejandro III tuvo previamente cuatro hijos fuera de matrimonio con una noble romana, siendo obispo pero antes de ser ordenado sacerdote, posteriormente legitimados. EStos para la nobleza renacentistas, eran muy distintas, y obispos y cardenales eran otros más delos títulos nobiliarios y de poder, entiendo.
Una escena detenida. Maravilloso.
ResponderEliminarSaludos
Francesc Cornadó
Sí, maravillosa y con la mirada aguileña, llena de energía e inteligencia en el cuerpo muy anciano -79 años- de Paulo III, dirigida al nieto Octavio que hace su pequeña genuflexión respetuosa bastante untosa, aduladora, me parece. Y la perdida mirada del otro nieto, Alejandro, en pie tras el papa
EliminarSegun otros historiadores eran sus nietos.
ResponderEliminarComo la mayoría de papas predicaba una santidad que él no practicaba.
Exacto, ha sido un error mío. Son sus nietos, como bien dices. Alejandro III tuvo previamente cuatro hijos fuera de matrimonio con una noble romana, siendo obispo pero antes de ser ordenado sacerdote, posteriormente legitimados. EStos para la nobleza renacentistas, eran muy distintas, y obispos y cardenales eran otros más delos títulos nobiliarios y de poder, entiendo.
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